Shirley Rosario Delfín Romero, Daniel Fernández Escobar y Rolando Delfín Romero
La chola paceña se convierte en la síntesis de dos o más culturas es la heredera, el legado del
mestizaje. Tanto en la época colonial como en la época republicana el cholo difería en su posición tanto del indio como del español llegando a adoptar varias formas de la vestimenta de los europeos y la pollera es una adaptación de la indumentaria de la mujer española un poco o medianamente más corta que facilito tanto a la chola como a la campesina una mayor libertad de movimientos en su determinado tiempo. La fiesta como acontecimiento es una actividad social, el lugar del encuentro con el “otro” donde se edifica una identidad cultural común que cala hondamente en el alma popular, la chola paceña se prepara meses antes del festejo ya sea organizando todos los detalles en caso de ser preste de la fraternidad o como invitada que corresponde a su status que hace a ella, dando lugar a reuniones sociales donde se bebía y comía abundantemente. El impacto y el auge de las diferentes danzas de la fiesta del Gran Poder, cobra importancia por la presencia masiva femenina en las diferentes fraternidades y relacionada a su participación distinguimos a la chola paceña de la siguiente manera: 1. La Chola propiamente dicha 2. La Chola Paceña de antaño 3. La Chola paceña estilizada 4. la Chola paceña transformer.
Antecedentes
La acepción racial del término cholo como la mezcla de sangre de dos o más razas
(cruce del español con la india de América) del que es producto el mestizo lleva analizar
la evolución y complejidad del mestizaje en el tiempo hasta nuestros días.
Las concepciones o diferenciaciones que se hacen de los términos “cholo” y “mestizo”
de acuerdo a varios autores nos dan una referencia social del uso de estas palabras. En
otros tiempos el término cholo refería al hijo no reconocido habido en una india americana por parte del español y mestizo al hijo reconocido del español habido en una india
americana, nacido dentro del matrimonio.
Hoy en la actualidad los términos de cholo y mestizo cobran significancia ya que
ambos denotan biológicamente lo mismo, pero difieren socialmente.
La influencia de la coyuntura política a través del tiempo ha hecho que estos términos
pasen de ser despectivos a una incorporación de estatus social y económico
El término cholo especialmente aplicado al genero femenino marca diferencias con
respecto a la vestimenta con la mujer de vestido, la chola como tal (mujer de pollera) fue
forjando con el tiempo determinado estatus dejando en el espacio urbano de hoy a una
sociedad con distintos matices.
Desde las épocas colonial y republicana la chola difería en su posición tanto del indio
como del español y la masiva migración de indígenas hacia las ciudades, en su mayoría mujeres hace que ella se desenvuelva en cualquier trabajo por sacrificado que sea forjándose
paulatinamente un poder económico así lo hace conocer Antonio Paredes Candia en su
libro:“La Chola Boliviana”
Uno de lo espacios y gremios de apropiación de la chola paceña se dió en los tambos
mediante la transacción comercial con los campesinos de productos agropecuarios, tanto
del altiplano como de los valles el tambo era el lugar de distribución de productos a los
diferentes puestos de venta de los mercados públicos. Donde la chola mostraba la habilidad
comercial y económica en las negociaciones, Antonio Paredes Candia menciona:
“… Cuando emprende un negocio tiene mucho sentido comercial, si puede monopolizar lo
hace y si el negocio suyo es pequeño es una excelente administradora, separa la venta de cada
producto sin juntar de dos. En esta forma elemental sabe en cual producto gana más…”
Otra de las características de la chola paceña es su religiosidad fruto del mestizaje
cultural. Antonio Paredes Candia cita:
“…el bendito ámbito de la religiosidad como ingrediente identificatorio de la chola (…)
y se vuelca ante todo sobre devociones concretas, surge con atributos incomparables la
devoción…”
Es así que su participación en los diferentes actos litúrgicos de la iglesia católica como
también en los ritos y creencias autóctonas de la religiosidad andina, como actividades
llegaran a ocupar un importante lugar en el espacio y tiempo de la cultura urbana de la
ciudad de La Paz.
La fiesta como actividad social se convierte en el espacio de encuentro con él ”otro”
donde se edifica una identidad cultural común que cala hondamente en el alma popular
de la chola paceña que prepara meses antes del festejo organizando todos los detalles en
caso de ser preste de la fraternidad o como invitada correspondiente a su status que hace
a ella, dando lugar a reuniones sociales donde se bebe y come abundantemente. Antonio
Paredes Candia cita:
“… Le gusta atesorar joyas y gasta sin tasa ni medida cuando se trata de un festejo o es
preste en esos casos es hasta derrochona…”
El gasto de dinero en las festividades no solo se lo hace por devoción, sino que cuida
una serie de detalles desde el local, bandas, orquestas, comida, bebida, la misa, el regalo
de un manto al santo o virgen de su devoción, la cantidad de personas invitadas, lista de
conjuntos fraternos que harán a la festividad, etc, que serán sinónimo de prestigio y status
una forma de capitalizar el poder económico y social.
La festividad del Señor del Gran Poder
Es una celebración patronal del barrio de Ch´ijini al Cristo de los tres rostros, esta festividad con el pasar del tiempo ha ido cobrando relevancia. En ese tiempo la zona cuyos
pobladores eran migrantes alternaban con ex hacendados y que paulatinamente con la revolución del 52, los terrenos fueron vendidos quedando la zona urbanizada donde tambos,
posadas y algunas casas de artesanos fueron cobrando importancia.
El movimiento económico fue creciendo en el barrio y en la actualidad se transformaron
en tiendas comerciales, almacenes de abarrotes con la venta de diferentes productos, se
observa comerciantes mayoristas y minoristas, intermediarios y puestos de venta de frutas, telas, tortas, puestos de pescado, etc, toda esta dinámica e interacción comercial en exclusiva, es encabezada por la mujer de pollera es así que Don Carlos Maldonado indica:
“…Los tambos que existían en la zona, eran donde llegaban los vendedores de frutas de
Yungas y el altiplano los cuales formaron sus conjuntos y fueron los primeros en darle
un aspecto de folklore y comparsa…“( entrevista de El Diario suplemento ALBA, 16 de
Mayo de 2008).
Es así que la festividad del Señor del Gran Poder tiene su realce por el aporte de los
artesanos, vecinos y en especial por el trabajo de la chola paceña que con el pasar del tiempo
ha fortalecido con su devoción, trabajo, poder económico y su singular personalidad a las
diferentes festividades.
El impacto y el auge de las diferentes danzas de la fiesta del Gran Poder, cobra importancia por la presencia masiva femenina en las diferentes fraternidades y distinguiendo a
la chola paceña en sus diferentes facetas de participación tenemos a:
La Chola propiamente dicha
La Chola Paceña de antaño
La Chola paceña estilizada
la Chola paceña transformer
La chola paceña propiamente dicha
Se caracteriza por haber llevado siempre la pollera y dentro de sus fraternidades
conservan su identidad y apariencia lo cual es notorio dentro de las tropas de cholitas
que integran las 16 morenadas mostrando elegancia y lujosidad de un alto costo en la
indumentaria desde zapatos, pollera, enaguas, blusa, joyas, sombrero, manta, todos ellos
de origen español aunque con el pasar del tiempo han sufrido algunos cambios, a esta se
suman otra prendas de origen andino como el tupu, tullmas, faja y las trenzas mostrando
su genio y figura de una forma simbólica, Antonio Paredes Candia la describe así:
“…Cuando la chola baila no lo hace mecánicamente sino, poniendo en su danza el entusiasmo la alegría de vivir, su alma. Ese momento es retozona, jacarandosa, picaresca. Para ella el baile es solaz. olvido de las penas (…) cuando escucha nuestra música popular,
vibra de emoción y la siente suya, si baila lo hace cantando sentimentalmente la letra de
la pieza …“
Se conforman tropas de cholitas con guías adelante que son las cholitas mas experimentadas y antiguas en la danza porque ya formaron parte de otras fraternidades en años
anteriores, las cuales son bastante requeridas ya que depende de ellas la organización coreográfica de la tropa de cholitas.
En los momentos de descanso que se dan durante la entrada, es normal ver grupos de
conversación de cholitas y como una muestra del poder económico, las mujeres realizan
cuantiosos gastos sacando del pecho sus bolsitas de donde extraen dinero para comprar
cajas de cerveza es ahí en la fiesta donde sale a relucir el status social que tienen las mujeres,
es el espacio público de importancia donde las mujeres dan rienda suelta a su alegría y
espontaneidad, y gracias al consumo de bebidas alcohólicas quedan ebrias, dando paso a
un desahogo de reproches e increpaciones a sus parejas, haciendo gala de su independencia
económica como las que “mantienen el hogar gracias al trabajo sacrificado que realizan”
por medio del comercio.
También debemos hacer notar que en las diferentes agrupaciones folklóricas ellas siguen
manteniendo su identidad y se la reconoce fácilmente por el uso característico de saber
llevar polleras, por ejemplo en los Doctorcitos Luminosos en Gran Poder, la mujer de
pollera gana espacio, ya que en su vestimenta tanto la manta como el bluzón es sustituido
por la tradicional levita negra, chaleco chaqueta, guantes blancos, camisa de fiesta y el
tradicional bastón, pero la pollera, los zapatos, las trenzas se mantienen igual tomando en
cuenta que esta danza es una sátira de ese entonces a los abogados.
Otro ejemplo en los pujllay Reyes Relámpagos de Santiago de Ojje gana espacio en
relación al ajsu vestimenta originaria de tarabuco. La chola paceña adapta su vestimenta
conservando la característica de forma de la pollera.
La chola paceña de antaño
Personaje que rescata la antigüedad de la chola paceña como símbolo del mestizaje,
mostrando los diferentes trajes de antaño con una fuerte influencia del barroco mestizo,
cargado de adornos y encajes sombrero de fieltro blanco, blusa de seda, es como lo describe
Emma Arazaes (La Chola Boliviana Antonio Paredes C.):
“ … pollera de gros, una fina seda pesada de colores suaves, sobre una enagua bordada ;
chaquetilla de la misma seda, esta era una blusa ajustada al cuerpo con pliegues que armaban la cintura que luego se habrían suavemente sobre la pollera, cuello estilo cadete con
encaje, mangas fruncidas entre los hombros amplias para unirse a un puño que ajustaba la
muñeca indumentaria parecida a las damas de 1800 (…) sobre la chaquetilla llevaba una
manta llamada de pecho Sujeta a un costado por un alfiler grueso de oro llamado Tupu
adornado con perlas(…) Sus pies calzados por botas de caña alta cuatro dedos debajo de la
rodilla ajustadas a las piernas confeccionadas en cabretilla o gamuza con abotonadura a los
costados o pasadores en la parte delantera (…) en la cabeza un bonito sombrero blanco
de paja fina, armado en sombrero hongo (…) las orejas adornadas con los tradicionales
faluchos de filigrana. Sus manos llevan en sus dedos anillos con rubíes y esmeraldas y otras
piedras preciosas… “
La vestimenta de la chola paceña de antaño es representada por damas de vestido occidental que asumen este papel en bloques reducidos llamadas “ñaupa cholas “cuya indumentaria varia del antiguo, pero el esquema se mantiene lo que se requiere es rescatar en
su totalidad la esencia de la vestimenta y lujo de la chola paceña de antaño.
La Chola paceña estilizada
morenadas y caporales este papel es asumida por señoritas en grupos de tres a cinco conocidas como figuras en las morenadas y bloques en los caporales, se caracterizan por llevar
una pollera muy corta y una blusa escotada, en el caso de las figuras llevan botas que llegan
a sobrepasar los dos o tres centímetros de la rodilla para arriba y el caso de los caporales
zapatillas de tacón, sombrero de copa baja.
Es una estilización de la vestimenta original de la chola y es donde las modistas dan
rienda suelta a su creatividad, cada diseño es único especialmente en la blusa y el bordado
de lentejuelas y piedras aplicadas al diseño mostrando un esplendor en los trajes que junto a los atributos femeninos se ve toda la sensualidad de la mujer que seduce a cualquier
público.
La chola Paceña Transformer
las vemos formando parte de las tropas de cholitas morenas del conjunto más representativo que es la morenada y que de acuerdo al calendario folklórico paceño se presenta en las festividades religiosas de todo el año
Primeros prestes del gran poder
Como menciona Antonio Paredes Candia en su libro La Chola Boliviana, el mestizaje
era algo que caracterizaba al cholo que se hizo artesano en diferentes gremios y como tal
la chola paceña tenia y tiene un gran sentido de comercio y devoción y la forma como se
daba a las fiestas religiosas por lo que podemos percibir que la chola paceña fue el eje en
el cual giro la fiesta como organizadora, devota y participante de la festividad del Señor del
Gran Poder es así que en una publicación del Periódico Presencia 1979 indica:
“… los primeros prestes se organizaron en el gremio de los bordadores (artesanos) que tenia
que ser un matrimonio encargado de organizar durante todo el año, por su propia cuenta
la participación de los diferentes conjuntos que por entonces era netamente autóctonas e
instrumentales…”
Conclusión
Este trabajo quiere hacer notar la presencia de la chola paceña dentro de la festividad
del Señor del Gran Poder como ese personaje que años atrás se mantuvo invisible pero que
fortaleció la festividad con su trabajo, identidad cultural a través del tiempo con algunos
cambios pero que en la actualidad hace resaltar la festividad del Gran Poder.
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